¿Pruebas de esfuerzo? no gracias.
Dudas, dudas…y más dudas.
Tocan tiempos difíciles. Nuestras abuelas y abuelos nos dicen que ahora nos toca aguantar, aguantar y seguir.
En este largo y duro año nos hemos lanzado a la aventura de sudar en casa. Para ello nos hemos comprado diferentes aparatos de gimnasia, esperemos que no acaben convertidos en percheros para la ropa.
Por fin, en estos momentos ya podemos realizar actividad física al aire libre, podemos acudir a los gimnasios y a los polideportivos. Hemos pasado de la habitación de casa a espacios más amplios, casi como antes de que esta pesadilla comenzara.
¿Hemos apreciado cambios en el servicio de medicina deportiva?
En el deporte federado, más en concreto hablamos de nuestros chavales y chavalas que se hallan en plena fase de crecimiento y desarrollo. Es una pena, pero en estas edades podríamos decir que se ha perdido un año. No hemos observado la progresión esperada, no han conseguido las mejoras esperadas. En la gran mayoría de los casos no han conseguido acercarse a los datos que obtenían en 2019, lo dicho, un año perdido.
En segundo lugar hablaremos de los adultos, del deporte ocio. Este grupo de personas se halla desmotivada, muchas de las pruebas a las que acudían no se han realizado y parece que este año tampoco se vayan a realizar. No tienen objetivos claros y les está costando mucho ponerse las zapatillas.
En este grupo quienes acudieron al finalizar el confinamiento domiciliario, allá por mayo junio, vimos que necesitaban un mayor esfuerzo para el mismo trabajo, les costaba más realizar lo que antes realizaban de una manera más cómoda. Aumentaban mucho las pulsaciones y raramente mejoraban las marcas anteriores.
Aquellas que acudieron hacia finales de otoño y las que están acudiendo ahora al final del invierno, vemos que al inicio del ejercicio la progresión es buena, tienen una respuesta adecuada, pero cuando el esfuerzo se hace más exigente la progresión y el rendimiento disminuyen, cuesta mucho que las pulsaciones suban y raras veces consiguen los resultados que obtenían con anterioridad. Podríamos decir que poco a poco van consiguiendo las adaptaciones al esfuerzo que antes poseían.
Visto todo lo anterior debemos resetear la actividad, deberemos tomárnoslo con calma, ir progresando poco a poco. Deberemos modificar los ritmos de entrenamiento, utilizar los ritmos bajos e ir aumentando el tiempo y la intensidad del esfuerzo de forma muy progresiva.
Desde el punto de vista preventivo y de la salud sí que hemos apreciado un mayor número de alteraciones en el electrocardiograma de esfuerzo, un mayor número de arritmias, sobre todo en el grupo de los adultos. Por lo que recomendamos, aún no teniendo objetivos claros, seguir realizando las pruebas de esfuerzo tal y como veníamos realizando con anterioridad.
Mientras tanto seguiremos con dudas y más dudas.
Kirol Medikuntza taldea